El equipo capitaneado por Thomas Bjorn tiró de veteranía con Sergio García al frente para imponerse a los americanos y marcharse a descansar con la ventaja parcial en el luminoso
Paliza histórica de Europa en el primer turno de los foursome, que por primera vez consigue hacerle un rosco a los Estados Unidos en una modalidad de juego que siempre se le ha dado especialmente bien al combinado de las barras y estrellas. El viejo continente ha puesto tierra de por medio muy pronto en los cuatro encuentros de la tarde, sometiendo a los visitantes a la condena de ir siempre a remolque y colocando un 5-3 en el general después de una mañana que no había comenzado especialmente bien.
Sin embargo, en este turno de tarde toda la suerte que pudieron tener los americanos en los fourballs se ha desvanecido por completo, empezando por las parejas Dustin Johnson / Rickie Fowler y Jordan Spieth / Justin Thomas, que lo tuvieron en chino mandarín desde los primeros hoyos. Sobre todo porque ninguno tuvo la clarividencia en los greenes que demostraron unas horas antes, lo que unido a la euforia de los jugadores locales desniveló la balanza desde bien temprano.
Para que se hagan una idea, en todos y cada uno de los cuatro partidos Europa llegó a dominar hasta por cuatro hoyos, siendo el partido de Sergio García el más plácido después de que junto a Alex Noren se impusieran a los americanos Bryson DeChambeau y Phil Mickelson por un esclarecedor 5&4. Una ventaja que llegó hasta el siete arriba en la novena bandera, pero que tras las tareas de maquillaje de la dupla visitante se quedó en cinco.
Mismo resultado que el vivido por Francesco Molinari y Tommy Fleetwood, que derrotaron a los hasta ahora infalibles Spieth y Thomas demostrando que Bjorn ha creado una dupla muy a tener en cuenta de cara a próximas citas. El italiano y el inglés tomaron la batuta desde el hoyo 3 y ya no la soltaron en lo que quedó de encuentro.
En los otros dos partidos del día Henrik Stenson y Justin Rose consiguieron deshacerse de DJ y Fowler por un resultado de 3&2, mientras que Ian Poulter y Rory McIlroy supieron voltear el único encuentro que se puso en franquía para los americanos -marchaban dos abajo tras cinco hoyos- para terminar con 4&2 y llenar de júbilo las gradas de Le Golf National.
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