Buen comienzo de Gonzalo Fernández-Castaño (Hoyo 17, -3) en su debut en este Puerto Rico Open sobre la hierba del Coco Beach de la ciudad de Río Grande. Y es que el jugador madrileño es consciente de que necesita un gran resultado aquí para sumar una buena cantidad de dólares e ir acechando poco a poco la renovación de la tarjeta del PGA Tour. Es por esto que el español no se quiere dejar nada para el final y ha encarrilado el corte en una jornada que ha visto cómo la lluvia deslucía al final del día una ronda en la que el estadounidense Trey Mullinax (63 golpes, -9) ha brillado en sus 18 primeros hoyos.
Solo le faltó la última bandera, pero el jugador capitalino demostró que esta semana puede hacer grandes cosas en el circuito norteamericano. Las estadísticas hablan por sí solas -76,92 por ciento de calles cogidas, 76,47 de greenes en regulación y 1,69 golpes ganados respecto a sus rivales en las inmediaciones de bandera- y Fernández-Castaño se aprovechó de ellas consiguiendo la nada despreciable cifra de cuatro birdies, a la que añadió un único error en la quinta bandera del día después de haber encadenado dos bunkers consecutivos.
Así pues, el deportista de 36 años se ha instalado en el T29, a solo cuatro golpes de un Top 3 que en estos momentos ocupan los estadounidenses Xander Schauffele (65 golpes, -7), Bill Lunde (65 golpes, -7), D.A. Points (64 golpes, -8) y el mencionado Mullinax, quien se ha ido hasta el liderato en solitario después de bordar el Golf y firmar nueve birdies sin fallos –menos mal que solo cogió el 50 por ciento de las calles-, unos números que le han valido para mirar a todos sus rivales desde el retrovisor.