Tras la disputa del Portugal Masters, último torneo de la temporada regular en el European Tour, ya tenemos perfilada cómo queda la fotografía de los jugadores que han conseguido salvar los derechos de juego completos para el próximo curso y quien, por el contrario, se va a tener que ver obligado a pasar por la Escuela si quiere seguir formando parte de la mejor gira del viejo continente -o al menos a mejorar su estatus en ella-.
Un año en el que, si bien es cierto que tenemos el privilegio de contar con Jon Rahm luchando hasta el final por intentar hacerse con el trofeo a la regularidad, nos ha dejado el agridulce sabor de aquellos otros españoles que se han quedado a las puertas de un lugar entre los 117 mejores que sí que han contado con la suerte de renovar los derechos de juego. Entre este último grupo se encuentran Gonzalo Fernández-Castaño (127º), Alejandro Cañizares (138º) y Eduardo de la Riva (143º) quienes, a pesar de ser partícipes del último torneo del curso en Vilamoura, no pudieron hacer los números necesarios para seguir un año más a tiempo completo en el Tour.
Junto a ellos David Borda (230º) e Iván Cantero (234º), que también gozaban con categoría este año en Europa y que han podido participar en más de dos decenas de torneos, serán los otros jugadores nacionales que pasen por la Escuela directamente desde la primera división del viejo continente -aunque estos dos últimos, al contrario que los anteriores, ya desde la segunda fase-. Una situación bien distinta a la de Adrián Otaegui (86º), Álvaro Quirós (72º), Nacho Elvira (64º) o Pablo Larrazábal (60º), cuyo objetivo ahora es intentar alcanzar el Top 50 para así entrar en el último evento del curso en Dubái.
Un puesto que los que sí que lo tienen bien atado son Adri Arnaus (30º), Sergio García (15º), Jorge Campillo (14º), Rafa Cabrera (13º) y el mencionado Jon Rahm (2º), que incluso peleará por darle a España una Orden del Mérito que no consigue desde que Seve Ballesteros lo hiciera en 1991.