Como ocurriera hace solo siete días en el Barbasol, Gonzalo Fernández-Castaño (74 golpes, +2) se ha vuelto a dejar otro compromiso serio si quiere seguir junto a los mejores del RBC Canadian Open este fin de semana. El jugador madrileño, uno de los 35 jugadores que han finalizado con guarismos positivos su primera vuelta sobre la hierba del Glen Abbey GC, sufrió de lo lindo en los greenes y eso se ha acabado reflejando en una tarjeta en la que apenas hubo sobresaltos y en la que solo tres bogeys y un birdie le han sacado de la monotonía.
Ya desde el minuto 1 el capitalino dio muestras de lo que estaba por llegar, pues estando la bola a escaso metro y medio para salvar el par, salió de la primera bandera con un bogey muy doloroso. Una acción que le terminó marcando la vuelta al condicionarle en exceso su relación con el putter.
De hecho, Gonzalo actuó muy bien de tee a calle y de calle a green –consiguió un 50 por ciento de acierto en relación a la primera estadística, y un 61,11 por ciento en referencia a la segunda-. Sin embargo, los greenes fueron un auténtico calvario, perdiendo 2,65 golpes en la ronda respecto al resto de jugadores sobre el campo.
Así, se queda ahora mismo a cuatro impactos de los jugadores que pasarían el corte en estos momentos, una tarea complicada que le dejaría de no conseguirla con el agua al cuello en cuanto a posibilidades de renovar la tarjeta del circuito norteamericano mediante los torneos regulares, ya que en la actualidad tan solo el Barracuda y el Wyndham le separan del final de temporada.
Por la parte de arriba hasta cinco estadounidenses dominan el torneo en estos momentos, con Hudson Swafford (65 golpes, -7), Brandon Hagy (65 golpes, -7), Kevin Chappell (65 golpes, -7), Matt Every (65 golpes, -7) y Ollie Schniederjans (65 golpes, -7) actuando como líderes del evento en un campeoanto que se ha caracterizado por la igualdad en sus compases iniciales –32 jugadores se encuentran en apenas tres golpes de distancia-.