Suerte dispar para nuestros dos representantes en estas primeras horas del Farmers Insurance Open que se está disputando en el Torrey Pines de San Diego (California). Y es que mientras que Gonzalo Fernández-Castaño (70 golpes, -2) –ya repuesto del shock de ver sus bóxer blancos siendo portada de infinidad de noticias por la red– pudo finalizar sus primeros 18 hoyos con un más que aceptable dos por debajo del par que le han hecho irse hasta el T32, Jon Rahm (72 golpes, Par) no ha podido pasar del par del campo y lo fía todo a un gran viernes si quiere salir al campo los dos últimos días de evento.
Era un día propicio para jugar al golf, sobre todo si no te llamabas Tiger. Con todos los focos puestos en la vuelta del jugador estadounidense a un torneo sobre suelo patrio, era el momento idóneo para poner la pica en Flandes y demostrar las ventajas que suponen ser uno de los tapados. Y esto lo supo leer Fernández-Castaño a la perfección, sobre todo en la primera parte de su recorrido, donde el madrileño llegó a situarse como líder en solitario del evento merced a sus cuatro birdies sin fallo. Desafortunadamente, le duró poco la alegría, el tiempo que tardó en colocar en su tarjeta dos bogeys de forma consecutiva en los hoyos 1 y 2 -10 y 11 de su vuelta-.
Eso sí, la renta acumulada hasta ese momento le ha valido al jugador español para colocarse a solo tres, cuatro y cinco golpes del podio del torneo, que en estos momentos ocupan Gary Woodland (67 golpes, -5), Adam Hadwin (66 golpes, -6) y Justin Rose (65 golpes, -7), que manda con mano de hierro en el torneo después de un día en el que ha firmado dos eagles, seis birdies y tres bogeys. Rahm, por su parte, no se sintió cómodo en ningún momento, algo que escenificó en los primeros compases de una vuelta en la que ya estaba con dos bogeys en sus tres primeras banderas. Por suerte, el vizcaíno pudo reconducir la jornada y dispondrá todavía de 18 hoyos para hacer el pleno junto a Gonzalo.
En cuanto al partido estelar del día, del que formaban parte Tiger (76 golpes, +4), Dustin Johnson (72 golpes, Par) y Jason Day (73 golpes, +1), si hay una palabra para definirlo esa es decepción. El hype generado durante esta última semana se desinfló sobremanera en el momento en que el californiano comenzó a concatenar un error tras otro después de un inicio de vuelta bastante correcto. Tres birdies, cinco bogeys y un doblebogey anotó el ex número 1 del mundo en su cartulina, unos guarismos que se alejan mucho de lo que algunos soñaban con ver y que refleja que a Tiger le queda todavía un largo camino por recorrer en su vuelta a los campos.
Pero lo de Day y lo de DJ tampoco se queda atrás, con dos rondas en las que la montaña rusa anímica fue una constante. En definitiva, que los tres deberán mejorar mucho sus prestaciones si quieren seguir siendo de la partida durante los últimos 36 hoyos.