Lo tuvo en la yema de los dedos, pero se le volvió a escapar. Gonzalo Fernández-Castaño (72 golpes, -1) no estará en el fin de semana del John Deere Classic después de que dos errores puntuales en la ronda del viernes le borraran de un plumazo la sonrisa con la que había salido del TPC Deere Run solo 24 horas antes. De hecho, hasta en la misma segunda jornada marchaba bajo par del campo, pero fue llegar la recta final y todo se vino abajo como un castillo de naipes.
Dos bogeys que le dieron la vuelta a su cartulina y con los que pasó del -3 que le aseguraba poder estar el fin de semana al -1 que le mandó a casa y que le vuelve a arrebatar otra opción de seguir sumando dólares en una temporada que va llegando a su parte final para poder cumplir el objetivo. El primero de ellos llegó en el par 4 del 15 donde, después de hacerlo todo bien –e incluso disponer de una oportunidad desde cinco metros de sumar el birdie de la tranquilidad-, marró un putt de menos de un metro que se clavó como un puñal en su moral.
Un bogey que le ponía al par en el día y con dos bajo par en el total, resultado justo para acceder a los últimos 36 hoyos del evento. Es por esto que pasó al ataque para tener algo de sosiego. Y a punto estuvo de lograrlo con sendas oportunidades en el 16 y el 17. En ambos casos, las posibilidades de restarle un golpe al complejo de Illinois se esfumaron –desde poco menos de cinco metros la primera y desde dos metros y medio la segunda-. Y así se llegó al 18.
Un par 4 en el que necesitaba sí o sí el par. Pero no ocurrió. Su golpe de approach, que buscaba por todos los medios distancia hasta el green, se acabó hundiendo en el obstáculo de agua, y con él las esperanzas del madrileño, que acumula cuatro torneos, de los cinco últimos disputados, sin tener posibilidades de completar los 72 hoyos.
En la otra cara de la moneda están los estadounidenses –grandes protagonistas al ocupar prácticamente la totalidad de posiciones en la cabeza de la tabla-, quienes comandados por Patrick Rodgers (64 golpes, -13) y secundados por Bryson DeChambeau (65 golpes, -11) marchan imparables hacia una nueva victoria en el PGA Tour.