Magnífica primera ronda llevada a cabo en el John Deere Classic por Gonzalo Fernández-Castaño (69 golpes, -2), quien por fin ha comenzado un torneo con el pie derecho y se queda muy cerca de poder participar el fin de semana tras una de sus mejores vueltas de los últimos meses. Ya no por el resultado –que también-, sino por las sensaciones transmitidas por el madrileño durante todo el jueves. Y es que necesitaba algo así como agua de mayo para recobrar la confianza en su juego.
Sobre la hierba del TPC Deere Run, el golfista español presentó unos números que hicieron justicia al juego desplegado. Al porcentaje de 71,43 de calles tomadas desde la salida se le añadieron los 72,22 de los greenes en regulación. Unos guarismos de nota que, sin embargo, no tuvieron una gran correspondencia con el putter en las manos –ganó 0,47 golpes desde las inmediaciones de bandera respecto a la media de jugadores que participaron- debido sobre todo a que las oportunidades que iba creándose de birdie eran alejadas del hoyo.
Pese a eso, Gonzalo mantuvo la calma en todo momento y aprovechó las dos oportunidades más claras que dispuso para sumar dos birdies que a la postre fueron los únicos sobresaltos en la cartulina del único representante de la Armada esta semana en Estados Unidos. Un dos bajo par que le sirve para mantener distancias respecto a la proyección del corte y que le permiten seguir luchando por mantener la tarjeta del circuito durante la próxima temporada.
Ahora bien, el capitalino se va a tener que poner las pilas si lo que quiere es darle caza al grupo de cabeza, pues la distancia con respecto a los líderes estadounidenses Charles Howell III (63 golpes, -8) y Ollie Schniederjans (63 golpes, -8) es de seis impactos. Una diferencia amplia, pero no inasumible. Y mucho menos cuando todavía restan 54 hoyos para dar por finalizado este evento previo a The Open, la tercera gran prueba del curso.