Si Gonzalo Fernández-Castaño (73 golpes, Par) y Alejandro Cañizares (70 golpes, +3) llegaban a este Open de Francia con la impresión de jugarse una bola de partido sobre la hierba de Le Golf National en su intento por renovar los derechos de juego para el próximo curso, hemos de decir que al paso por el ecuador del evento galo ambos la han salvado provisionalmente. Es más, los dos madrileños han sido los únicos españoles que han conseguido pasar del corte en una semana que se antoja clave para el futuro de numerosos jugadores.
El que sigue mejor posicionado para darle un buen bocado al Top 20 en la jornada del movimiento es Gonzo quien, a pesar de cuajar un día sobre el par del campo, se ha agarrado con uñas y dientes al T31 en una jornada poco apacible para la práctica del Golf con un frío que helaba hasta los huesos. Fernández-Castaño comenzó con un tempranero birdie en el 3 que auguraba un buen día, pero pronto llegó el error con el bogey del 6. Un susto que salvó el capitalino con un nuevo acierto en el 7. Aunque, a partir de aquí, comenzó la odisea.
Doblebogey al 12 y bogey en el 18 fueron sus números en la segunda parte del recorrido, devolviendo su cartulina al par y alejándolo de una zona noble que se encuentra liderada en estos momentos por un Nicolas Colsaerts (66 golpes, -9) que daría de este modo un tremendo salto en la Race to Dubai de 56 plazas después de jugar en nueve de los diez últimos eventos de la gira.
Cañi, por su parte, sí que pudo finalizar por debajo del par del campo. Y gracias. Porque esto mismo fue lo que le salvó de quedarse en la estocada y de convertir la visita a Portugal en un win or go home. Alejandro se anotó en la tarjeta cuatro birdies, un bogey y un doblebogey para poner el -1 en el día y entrar in extremis entre los 77 mejores jugadores del evento. Algo de lo que no pueden presumir Nacho Elvira (71 golpes, +4), Adrián Otaegui (75 golpes, +6) y José María Olazábal (77 golpes, +12), que se marchan con las manos vacías.