El mundo del deporte estadounidense es un clamor contra la HB2, la ley que se aprobó en Carolina del Norte y que, entre otras muchas cosas, discrimina gravemente al colectivo transexual por obligar a las personas a acudir a los baños públicos en función de su sexo biológico. Ya hablamos de ello hace unos meses y, sobre todo, la semana pasada, cuando la NCAA se unió a la PGA en la decisión de condenar esta norma injusta. Sin embargo, se ha quedado en eso, en una simple condena, porque los muchos torneos previstos en ese estado van a seguir disputándose. Aunque ahora hemos conocido la razón.
Ha tenido que ser el comisionado del PGA Tour Tim Finchem quien, en una improvisada rueda de prensa en la previa del Tour Championship, ha manifestado el motivo por el que el circuito norteamericano no va a mover sus campeonatos en ese territorio: la caridad. Simple y llanamente. “Ya hemos hecho público junto a otras organizaciones nuestro más sincero rechazo a la normativa, pero eso no significa que vayamos a abandonar nuestros torneos. La razón es que campeonatos como el Wells Fargo recaudan, aproximadamente, un millón y medio de dólares que son donados al programa Teach for America de la ciudad de Charlotte”, argumentó.
“Nadie más se encargará de poner ese dinero ahí si no lo hacemos nosotros. Quiero recordar que desde el PGA siempre hemos trabajado sobre tres vertientes: beneficiar al juego profesional y a las personas que lo juegan, la construcción de comunidades donde jugar y la ayuda para que el golf crezca. Seremos contundentes con nuestro rechazo a la ley, pero no podemos interrumpir un programa único que está llevando a cabo un gran trabajo en esa ciudad”, sentenció.