A buen seguro que ninguno de los dos representantes españoles que han hecho el debut esta semana en el nuevo curso del PGA Tour hubiese deseado comenzar de la forma que lo han hecho, pero hay que mentalizarse que la ronda del jueves ya ha quedado atrás y que todavía tienen el viernes para seguir la estela de los mejores. Y es que, de momento, tanto Sergio García (72 golpes, Par) como Rafa Cabrera Bello (74 golpes, +2) quedarían apeados del campeonato a las primeras de cambio después de haber protagonizado un inicio que, en honor a la verdad, invita poco a la ilusión.
Sobre todo por la vuelta llevada a cabo por el grancanario quien, a pesar de haber arrancado con un tempranero birdie en el 11 -su segunda bandera del día- se dio de bruces con la realidad muy pronto con los errores en el 12, el 13 y el 15 que le obligaron a ir a remolque lo que quedaba de día. En gran medida porque, aunque el isleño consiguiera darse margen a la esperanza momentáneamente, un nuevo error aparecía en su tarjeta sin pedir permiso. Así pasó con el bogey del 1, que mitigó los beneficiosos efectos del birdie en el 16, y con la parte final, donde los aciertos en el 6 y el 9 resultaron en balde por los fallos en el 7 y el 8 para acabar con un +2 total.
No le fueron mucho mejor las cosas al castellonense que, a pesar de no haber perdido la batalla contra el Silverado Resort, sí que es verdad que tampoco la ganó después de una ronda en la que no aprovechó las innumerables oportunidades de birdie de las que dispuso y se acabó marchando del complejo californiano con un birdie y un bogey. De este modo, la zona alta se atisba muy lejana. Sobre todo después de que el escocés Russell Knox (63 golpes, -9) haya protagonizado una espectacular ronda con un eagle y siete birdies para comandar la clasificación en estas primeras horas.