Tiene todavía 18 hoyos por delante para reivindicarse y evitar que el Arnold Palmer Invitational se convierta en un torneo más de esa larga lista en la que no ha podido hacer el corte en los últimos tiempos. Rickie Fowler se enfrentará el viernes a Bay Hill con el propósito de ganarle la partida y no caer eliminado a las primeras de cambio. No será una tarea sencilla, pero al menos el californiano tiene dónde agarrarse: el chip conseguido en la última bandera que se convirtió en el Golpe del Día de este jueves en el PGA Tour.