Frenazo inesperado de Jon Rahm (72 golpes, -10) tras la excelsa primera ronda que nos brindó sobre el campo norte de Torrey Pines en la jornada inaugural del Farmers Insurance Open. Y es que el León de Barrika, que llegaba como líder en solitario a los segundos 18 hoyos, tuvo un día duro en la oficina después de que los hierros le dejaran pocas oportunidades claras de hacer birdies y se tuvo que contentar con salvar el día a base de pares y capear la tormenta pensando en que las aguas vuelvan a su cauce el sábado.
Nos las prometíamos muy felices este viernes después de degustar la extraordinaria cartulina entregada por el español en los primeros 18 hoyos del campeonato. Sin embargo, el Golf volvió a demostrar que este deporte es una continua lucha contra uno mismo. De poco sirven las rondas plagadas de birdies de un día para otro. De hecho, Rahm solo pudo anotarse dos esta segunda jornada, lo que sumado a los dos bogeys con los que saldó los pares 3 del 3 y el 11 le deja en estos momentos en la tercera plaza, a cinco de un Justin Rose (66 golpes, -15) que sí que le sacó provecho a lo realizado en las horas previas sobre el campo norte.
El jugador inglés, todo un martillo pilón desde que coquetea con la primera plaza del ranking mundial, no dejó lugar a la improvisación y con una enorme ronda amparada en un gran dominio con los hierros -rozó el 90 por ciento de greenes en regulación- acabó dejándose oportunidades claras de birdie que fue anotándose en la tarjeta sin prisa pero sin pausa.
Hasta un total de siete acabó por apuntarse el británico para montarse un cómodo colchón de tres impactos sobre el nipón Hideki Matsuyama (66 golpes, -12), segundo clasificado a estas horas. Tiger Woods (70 golpes, -4) finalmente pasó el corte y, eso sí, deberá remontar desde el Top 48.