El golfista estadounidense llegó a sondear las primeras plazas del John Deere con este grandísimo golpe en la penúltima bandera, pero acabó cediendo puestos al encontrarse con el obstáculo de agua en el 18
No hay nada como salir de un par 5 con un birdie bajo el brazo cuando las posibilidades de conseguirlo eran escasas al estar la bola fuera de green. Es un doble triunfo: por un lado, se le gana un golpe al campo que apenas se esperaba; por otro, el jugador de llena de moral para las próximas banderas. Esto mismo debió pensar el veterano estadounidense Dicky Pride, que consiguió alcanzar a la cabeza del John Deere en su penúltima bandera del día con un chip delicado que se introdujo mansamente en el fondo del agujero.
Un golpe –el mejor del día- con el que conseguía el tercer birdie de manera consecutiva y que le ponía con cuatro bajo par a la espera del 18. Por desgracia para él, este exceso de moral le acabó jugando una mala pasada ya que, tras protagonizar una buena salida a la calle, su golpe de approach terminó por irse directamente al agua y con él las posibilidades de pelear por el podio en las primeras horas.
