A partir del jueves da comienzo la 99 edición del cuarto y último Grande de la temporada, el US PGA Championship, evento surgido de la mente de Rodman Wanamaker, dueño de una inmobiliaria quién vio la posibilidad de comercialización dentro de una organización de golfistas profesionales.
Wanamaker convocó en Nueva York, el 17 de enero de 1916, a un grupo de 35 individuos, incluyendo el legendario Walter Hagen, para avanzar hacia lo que poco después sería la PGA de América. La oferta de Wanamaker fue informalmente aceptada y siete meses después el primer PGA Championship se jugaba en el Siwanoy Country Club en Bronxville, Nueva York.
No hace falta decir que estarán los mejores jugadores del mundo, incluido el número uno del planeta Dustin Johnson, así como los campeones de los últimos Grandes, Sergio García (Masters de Augusta), Brooks Koepka (US Open) y Jordan Spieth (The Open), que por cierto jugarán juntos los dos primeros días.
Posiblemente este US PGA sea el que congregue al campo más importante del año ya que el Top 115 mundial estará al completo a excepción de Martin Kaymer y Scott Piercy. Además estarán presentes el Top 20 del PGA Professional National Championship disputado el pasado mes de junio.
Cuatro españoles estarán en la batalla por obtener el primer PGA Championship para España, ellos son el castellonense Sergio García, el vizcaíno Jon Rahm, el grancanario Rafa Cabrera-Bello y el barcelonés Pablo Larrazábal.
Quail Hollow Club de Charlotte en Carolina del Norte. Par 71, 6.949,4 metros (7.600 yardas). Diseño de George Cobb fue inaugurado en 1961. Tom Fazio fue el encargado de remodelar sus greens y agregar yardas al recorrido años más tarde.
El campo es uno de los más duros de la temporada en el PGA Tour donde destaca el tramo final (16, 17 y 18) conocido como la “Milla Verde”. Hace cuatro años la media fue de 73.043 golpes, el segundo más alto de un par 72 en el Circuito si exceptuamos los Grandes siendo posiblemente el tramo más duro de cierre en el Tour.
Jimmy Walker (-14) conquistaba su primer Major dando un gran espectáculo, salvando las zonas más complicadas del complejo y dando zarpazos medidos al milímetro para colarse en la moral de sus rivales. El norteamericano se libró de los bogeys en los últimos 28 hoyos del torneo para poner el broche final a un evento que dominó de principio a fin.
Pero, aunque pueda parecer que su gran actuación conllevó un paseo militar, Jason Day (-13) se quedó muy cerca de forzar un PlayOff de desempate que hubiese sido el colofón a una gran semana. Rafa Cabrera-Bello (-1), único español en el campo el fin de semana, fue de menos a más conforme pasaron los días para terminar la última ronda con 67 golpes (-3) en el puesto 49.
El evento reparte 10.500.000 de dólares, 500.000 más que en la pasada edición, de los que 1.890.000 son para el campeón.
Del 10 al 13 de agosto.