Sergio García llegaba el domingo como un firme candidato a conseguir la victoria en el BMW Masters, tercer evento de las Final Series del European Tour, un triunfo que llegaría tras casi dos años de sequía –la última vez que salió triunfador fue en el Masters de Qatar de enero de 2014-.
Tras los primeros 16 hoyos en el que había anotado un eagle, dos birdies y otros tantos bogeys, el castellonense mantenía sus opciones con un claro -16 en su marcador a uno del sueco Kristoffer Broberg ( a la postre campeón) y a dos del estadounidense Patrick Reed que se puso líder en el 15 gracias a un espectacular eagle desde el bunker de ese hoyo.
Pero con el título a tiro, a García se le acabó la gasolina en el penúltimo hoyo. Salió con bogey en esa penúltima bandera tras marcharse del green tripateando fallando un último putt de apenas un metro. El último fue todavía peor, doblegobey para el de Borriol después de enviar dos bolas al agua, lo que le sacó definitivamente del Top 5 e incluso del top 10 volviendo a desperdiciar una buena ocasión para anotarse la victoria.
Victoria que le correspondió al sueco Kristoffer Broberg (147 del mundo) tras imponerse en el primer hoyo de desempate al estadounidense Patrick Reed (número 17) algo que volvió a demostrar que el ranking mundial de poco sirve en un desempate a muerte súbita.
Broberg (-17), que comenzaba la jornada a dos golpes de una cabeza ocupada por Thongchai Jaidee, anotó 68 golpes uno menos que Reed. Por detrás de la pareja acabó un cuarteto con -16, el sueco Henrik Stenson, el danés Lucas Bjerregaard, el coreano Byeong Hun An y el propio Jaidee.
El triunfo del nacido en Estocolmo, primero en el Circuito Europeo tras conseguir cuatro en el Challenge -todos ellos en 2012- y el número 100 de un sueco en el European Tour, supone al golfista de 27 años embolsarse la nada despreciable cantidad de 1.070.334 euros.