Pocos podían presagiar un final de torneo así para Jon Rahm (82 golpes, +6) –y más aún después de lo visto durante los dos primeros días de competición-. El golfista vizcaíno ha tenido su peor jornada desde que se hizo profesional allá por el mes de junio del pasado año y se despide de The PLAYERS con un amargo sabor de boca tras entregar una cartulina con 82 golpes –catorce impactos más que los ejecutados el jueves- y caer abruptamente hacia el grupo de los otros once golfistas que no saldrán al campo el domingo.
Pocas veces volveremos a ver a un Jon tan fallón con el putter, una de sus palos fetiche, pero esta experiencia sirve para darle todavía más valor a lo conseguido por el león de Barrika hasta ahora. Un par de horas de desconexión y, ¡pum!, todo lo logrado en el torneo cae en saco roto. Dos birdies, siete pares, seis bogeys y dos doblebogeys fue el historial de Jon, yéndose hasta los cuatro putts en algún hoyo –solo hay que ver lo ocurrido en el 7, donde necesitó tres intentos para embocar desde poco más de un metro-.
Pero olvidemos ya este mal trago y centrémonos en lo bueno, que también tenemos bastante. Y es que Sergio García (67 golpes, -5) y Rafa Cabrera-Bello (73 golpes, -4) ocupan un puesto entre los diez primeros clasificados sobre la hierba del TPC Sawgrass. El castellonense lo hizo después de entregar la segunda mejor cartulina del día –lástima ese bogey final que le impidió igual los guarismos del estadounidense Pat Pérez (66 golpes, -4)- en su mejor ronda de lo que va de semana.
Y es que pese al bogey inicial, Sergio fue un martillo pilón desde el green, ejecutando en cuanto tenía la más mínima ocasión para sumar la friolera de seis birdies, a lo que hay que añadirle el grandísimo eagle del 16, logrado después de un enorme approach y un putt con mucho tino. Así pues, el vigente Maestro en Augusta se coloca séptimo, a solo cuatro golpes de los norteamericanos JB Holmes (70 golpes, -9) y Kyle Stanley (72 golpes, -9) y uno por encima del canario Rafa Cabrera-Bello, quien no quiere soltar su posición de privilegio pese a perder un impacto con respecto al viernes.