Menudas tres últimas semanas que está realizando el australiano Marcus Fraser (-6). El golfista de 37 años está atravesando en el último mes uno de los momentos más dulces de toda su carrera y ha llegado al Trump National Doral con ganas de demostrarlo al gran público. El oceánico, que empezó su vuelta en el hoyo 10, tan solo ha cometido un error durante el día, pero ha sido suficiente como para que no ostente el privilegio de acabar líder en solitario la ronda del jueves.
Ocurrió en su penúltima bandera, el par 5 del hoyo 8. Allí, su segundo golpe desde el rough le llevó directo al agua y con él la posibilidad de acabar con una tarjeta inmaculada. Hasta ese momento el deportista aussie se había mostrado firme con siete birdies sin ningún tipo de titubeo, pero a última hora le tocó compartir protagonismo con el local Scott Piercy.
El estadounidense había salido al campo con ganas de comerse el mundo –siete birdies en sus once primeras banderas disputadas así lo atestiguaban-. Piercy parecía tocado con una varita. Si en los primeros hoyos había conseguido realizar unos approach de infarto –especialmente bueno fue el segundo, donde desde 107 metros dejó la bola a un metro escaso de haber convertido el eagle- luego le tocó el turno al putter. 4, 4’5, 5 metros… al norteamericano le daba igual la distancia. Tenía meridianamente claro que en ese momento era el Midas del golf.
Pero entonces llegó 14 y un poco más tarde la bola al agua en el 18 –eso sí, con un birdie en el 17 de por medio- que le impidieron sacar tajada de un fantástico día que espera volver a repetir este viernes.
Por detrás de ellos asoma la espigada sombra de la leyenda de San Diego. Phil Mickelson (-5) se está convirtiendo en un fijo en las primeras posiciones en este inicio de año y en esta ocasión tiene claro que, al contrario de lo que ocurriera en Pebble Beach, no se quiere dejar el trabajo para última hora, pues los nervios pueden jugar una mala pasada en el momento menos indicado.
En cuanto a la actuación española tanto Sergio García (+1) como Rafa Cabrera-Bello (+1) calcaron guarismos tras la disputa de los primeros 18 hoyos. El castellonense comenzó muy dubitativo, hasta el punto de llegar al 7 con tres birdies y tres bogeys en su marcador, un resultado que a partir de ese momento fue más sosegado y que solo pudo alterarse por un bogey final en el 16.
Con mejores sensaciones se marcha el jugador canario que, después de empezar el día con dos bogeys en las dos primeras banderas, ha sabido remontar la situación y, al menos, comparte posición con García en el centro de la tabla.