Gary Woodland fue el protagonista de uno de los golpes más singulares dados la pasada semana en The Open. En los hoyos 3 y 18 de Royal Liverpool se pusieron unas vallas temporales con el objeto de separar a los jugadores de los espectadores, valla que no marcaba el fuera de límites y por lo que el estadounidense pudo jugar su bola sin penalización alguna.
Normalmente, en el PGA Tour, los jugadores pueden utilizar la regla de obstrucción inamovible temporal a su favor en cualquier momento en que una torre de televisión o una tribuna estén en su línea de visión. Pero en este caso, la regla local establece que para ello debe estar dentro de la distancia de cuatro palos de la valla para que se le conceda alivio. Desafortunadamente para Woodland, tenía más de cuatro palos de distancia y no pudo aliviarse.
Con un lie complicado, Woodland jugó una madera 3 de forma que la bola salió más plana de lo normal rebotando en una de las vallas. Afortunadamente había poca gente alrededor del jugador por lo que la bola rebotada no llegó a golpear a nadie.
Caddie: «Gary, I assure you the fairway wood won’t hit the fence…»
??#TheOpen pic.twitter.com/QjfwMGipbS— Sounder Golf (@sounder_golf) July 21, 2023
Gary Woodland on the 18th at Royal Liverpool during the 1st round pic.twitter.com/BgnKyY8H4W
— Barry Wheadon (@85_BW) July 21, 2023
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