Si ya de por sí, el Riviera Country Club se defiende solo, imagínense añadirle vientos de 60 kilómetros por hora a unos greenes rápidos e infernales. Hasta el día de ayer, la tercera y la última ronda más dura en el complejo californiano desde 1983 era de 73,22 golpes, mientras que la de ayer fue de 73,33. Pues así y todo se vieron excelentes golpes tal y como les mostramos en este resumen ofrecido por el PGA Tour.