El hoyo 18 de Pebble Beach es uno de los más icónicos en el mundo del golf. Bañado toda su parte izquierda por el el Pacífico, Brandt Snedeker estuvo a punto de irse al agua tras una mala salida desde el tee. El estadounidense jugó desde la playa, ya que el fuera de límites lo marca el propio océano, sacándose de la manga uno de los mejores golpes de la jornada.





