Por los pelos, pero Gonzalo Fernández-Castaño (68 golpes, -3) ha hecho méritos más que suficientes para avanzar hacia los últimos 36 hoyos del Wyndham Championship, último evento de la temporada regular del PGA Tour. El madrileño, que necesitaba por todos los medios una buena ronda bajo par, cuajó unos excelentes nueve primeros hoyos que le permitieron distanciarse de un corte que, aunque al final quedó muy cerca, no vio peligrar en ningún momento. Y es que a su gran labor desde el tee y con los golpes de approach le siguió, esta vez sí, una buena jornada en los greenes, lo que le acabó repercutiendo en los números.
Y eso que no empezó la ronda de la mejor manera tras encontrar el bunker desde la salida del hoyo 2, lo que le acabó provocando un doloroso bogey. Sin embargo, el madrileño se recuperó de una manera formidable con dos birdies en el 4 y el 8 y, sobre todo, un eagle en el 5 –que no se convirtió en albatros por escaso metro y medio-. Una extraordinaria reacción que le colocaba con cuatro bajo par en el global, unos guarismos más que de sobra para sentirse tranquilo.
Pero con el paso a los nueve segundos hoyos vino el parón. Gonzalo no volvió a encontrar el camino del birdie –y eso que lo tuvo cerca en varias ocasiones-. Unas veces por exceso y otras por defecto, pero el capitalino no firmó ningún acierto más en la segunda parte de su recorrido. Eso sí, se quedo a apenas diez centímetros de convertir el mejor putt de toda la temporada desde una distancia de 25 metros y medio en el 11. Esto, unido al bogey en el 13, posibilitó que el jugador de 36 años finalizara con tres bajo par, en el T67 y dentro del corte.
Muy lejos, eso sí, de los líderes Ryan Armour (61 golpes, -13) y Webb Simpson (64 golpes, -13), quienes dominan sobre la hierba del Sedgefield CC después de una jornada cargada de aciertos.