Comentábamos en la previa de este Open de Francia que Gonzalo Fernández-Castaño (69 golpes, -2) necesitaba darle un golpe de timón a la temporada en estos dos últimos eventos regulares del curso en el European Tour y ha parecido escucharnos el madrileño en estas primeras horas sobre la hierba de Le Golf National. Y es que el capitalino se ha convertido en el gran estandarte de la Armada el jueves -de hecho, es el único español que haría el corte en estos momentos- después de una ronda en la que supo capear los errores para situarse en el Top 25 y dejarse abiertas las posibilidades de pelear por la zona noble el viernes.
Un Top 10 que bordeó después de estar con tres bajo par a falta de tres banderas para la finalización de su ronda. Sin embargo, un doloroso bogey en el 8 -empezó su participación en el país galo por el 10– lo alejó momentáneamente de esta posibilidad. Antes de eso Gonzo se había encargado de situar la rojigualda en el primer cuarto de tabla después de los birdies en el 11 y el 15 que ni siquiera el error en el 17 fue capaz de detener. Y es que, tras el cruce, dos nuevos aciertos en el 5 y el 6 propiciaron el gran resultado que lo deja en estos momentos a cuatro de los líderes Ryan Fox (65 golpes, -6) y George Coetzee (65 golpes, -6).
La lástima de todo esto es que ningún otro español haya podido seguirle el ritmo. Ni siquiera Alejandro Cañizares (75 golpes, +4) que, como Gonzalo, necesita de forma imperiosa un gran resultado si no quiere vérselas con la Escuela para ganarse los derechos de juego de cara al próximo curso.
Otaegui (73 golpes, +2) fue el mejor entre los malos resultados que se dieron por parte del resto de la expedición española, con tres errores y un acierto en las once últimas banderas que lo condenaron a tener que cuajar un buen viernes si quiere acceder al fin de semana. Así como Nacho Elvira (75 golpes, +4), el propio Cañi o José María Olazábal (77 golpes, +6), que se sitúa en uno de los últimos lugares de la clasificación.