Ni Stenson (75 golpes, +3), ni Rory (74 golpes, +2), ni siquiera Jason Day (70 golpes, -2) han podido robarle el protagonismo a dos jóvenes promesas que se han propuesto honrar la memoria del Rey protagonizando un comienzo fulgurante y dando unas buenas dosis de Golf para calentar poco a poco este Arnold Palmer Invitational. Se trata del argentino Emiliano Grillo (67 golpes, -5) y del inglés Matt Fitzpatrick (67 golpes, -5), quienes se han convertido en los primeros líderes sobre la hierba de Bay Hill tras dos grandes rondas en las que los siete birdies del sudamericano y la ausencia de fallos del europeo han sido un argumento de peso para auparlos a lo más alto.
Promete emociones fuertes el torneo que sirve de antesala al segundo Campeonato del Mundo del año, un evento que se jugará en modalidad matchplay y en el que pesos pesados como Henrik Stenson y Justin Rose ya han declinado su participación debido al formato. Es por esto que están esta semana en Orlando (Florida) como parte de sus preparaciones para el Masters de Augusta. Sin embargo, no ha comenzado el campeonato como hubieran deseado en un principio, al menos para el escandinavo. El actual número cinco del mundo vivió una ronda para olvidar en el inicio, con dos birdies en sus primeras banderas que le hicieron ir a contracorriente toda la ronda. Si a esto le añadimos el pobre bagaje en los greenes entendemos la tarjeta.
Tres sobre par que le ponen el corte cuesta arriba. Solo una gran ronda el viernes podría evitar la debacle. Situación similar la que viven otros dos jugadores llamados a marcar diferencia en este evento como Rory McIlroy y Rickie Fwoler (74 golpes, +2), que tras sendas cartulinas multicolor se marcharon a Casa Club con el dos sobre par bajo el brazo y con la sensación de quedarse muy descolgados –a siete golpes exactamente- de los grandes protagonistas de las primeras horas de torneo.
Grillo y Fitzpatrick –el británico, además, jugando su segundo evento de la temporada del PGA Tour- han demostrado que la juventud viene muy fuerte y han asombrado a sus rivales con unas estadísticas espectaculares en green, un hecho que ha posibilitado su ascensión en un abrir y cerrar de ojos. Todavía queda un mundo, pero quédense con estos dos nombres, porque pueden dar guerra hasta el final.