El golfista de Carolina del Norte saldrá al campo en la jornada del domingo con una pequeña ventaja sobre sus rivales labrada a base de aguantar y aprovechar al máximo cada oportunidad que le concedía el Innisbrook Resort de Palm Harbor (Florida).
Y eso que no fueron muchas, pero en una lección de eficiencia y seguridad con el putter Bill Haas (-8) se lleva de la jornada sabatina un -4 que bien le vale, al menos, soñar con lograr mañana su séptima victoria en el circuito americano.
Detrás de él, tal y como sucediera ayer, se encuentra el canadiense Graham DeLaet (-7), que ha fraguado su tres por debajo del par gracias a un eagle en el hoyo 14 y a un birdie en el 16, dejando a un lado los aciertos y errores a partes iguales que hasta ese momento campeaban en su tarjeta.
Estos dos jugadores formarán parte del partido estrella de la jornada de mañana, un encuentro que ha sido posible debido al desinfle de Steve Stricker (-4) y Will MacKenzie (-2), +1 y +3 respectivamente este sábado.
De hecho, la ronda plagada de errores de MacKenzie le ha condenado al noveno puesto, una posición que también ocupa Jordan Spieth (-2), a quien la primera ronda le privó de encontrarse en estos momentos en una situación distinta en este Valspar Championship.
Sin embargo, estos dos últimos días le han valido al texano para desdecir a aquellos que solo buscan la polémica criticando su estado de forma, y eso para el joven deportista ya es algo a pocas semanas del primer Grande de la temporada.
Otro jugador que destaca en la novena posición es Lee McCoy (-2), golfista amateur que ha entregado la mejor tarjeta del día con -5. Esta joven perla estadounidense, que este año se encuentra en el último de universidad, ha sido el único aficionado en acceder al fin de semana y de seguir así poco tardará el circuito entero en repetir su nombre. Y es que los que llegan por detrás vienen pisando fuerte.