Muchos golfistas se están preparando a conciencia, en estos momentos, para enfrentarse al Augusta National, uno de los campos más amados y temidos a partes iguales en todo el panorama mundial; otros, en cambio, prefieren guardar energías y darlo todo de cara al mes de julio, cuando tendrá lugar The Open Championship.
Es el caso de Padraig Harrington, que ha decidido de una vez por todas someterse a una operación de cuello para aliviarse de las molestias que ya le atormentaron a finales de la temporada pasada y llegar con garantías a la cita en el Royal Birkdale Golf Club, un complejo que le trae muchísimos buenos recuerdos –no en vano fue allí donde consiguió su última Jarra de Clarete, la segunda de forma consecutiva-.
Intentó evitarlo durante muchísimos meses, pero al final no ha podido eludir el quirófano. El irlandés se perderá al menos el primer Major del año tras una intervención que le dejará en el dique seco entre 8 y 10 semanas, quedando en entredicho su posible participación en el US Open. Eso sí, lo que no quiere perderse por nada en el mundo es su vuelta a Birkdale. “Sería un auténtico desastre perderme The Open allí”, comentó el jugador de 45 años. “De hecho, he optado por operarme ahora para no dar la opción de tener que hacerlo en mayo y perder un valioso tiempo”, sentenció.
Harrington, actual número 156 del mundo, posee tres Majors en sus vitrinas, siendo sus dos victorias consecutivas en el Open en 2007 y 2008 sus dos mayores gestas. A esto le añadió un triunfo más en el PGA Championship de 2008, con lo que retrasar su vuelta más allá de septiembre tampoco entraba en los planes iniciales del veterano jugador irlandés si quería jugar en el último Grande del año.
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