13146 rondas de profesionales hemos tenido que vivir sobre la hierba del Old Course de St. Andrews para poder ver el primer 61 en una tarjeta. Ha sido obra del inglés Ross Fisher (61 golpes, -21) que, sin embargo, no ha tenido el premio de la victoria en el Alfred Dunhill. Y es que la tarea era muy complicada. Su compatriota Tyrrell Hatton (66 golpes, -24) aventajaba en cinco impactos a sus máximos rivales tras la jornada sabatina y en el día de hoy se ha limitado a cometer los menos fallos posibles y a pasar las banderas para coronarse campeón por segundo año seguido.
Y, además, lo ha hecho con un dato demoledor: desde el bogey del hoyo 17 del primer día –también en el Old Course-, el británico ha acumulado 55 hoyos en los que ha conseguido 21 birdies y 34 pares para poner en su vitrina el segundo trofeo de su corta carrera. Ni siquiera el propio Fisher con sus registros pudo hacerle sombra y tuvo que conformarse con ocupar el segundo escalón del podio.
Tras ellos, el tercer pedaño del podio lo ha conseguido el francés Victor Dubuisson (63 golpes, 17) quien, en una temporada para olvidar ha conseguido un cuarto de millón de euros –más de lo que acumulaba hasta la fecha en la presente camapaña- que le permite huir de la quema por el mantenimiento de los derechos de juego y meterse de lleno en la pelea por acceder al último de los eventos de la Race to Dubai.
A cuatro golpes del galo finalizó el triunvirato conformado por Rock (66 golpe, -14), Warren (66 golpes, -14) y Bourdy (71 golpes, -14), mientras que en la séptima posición aparece un Paul Dunne (70 golpes, -13) que completa su semana fantástica consiguiendo colocarse como el mejor jugador en la clasificación mundial de la República de Irlanda.