Nadie puede dudar a estas alturas de que, además de Phil Mickelson, el otro gran protagonista del US PGA Championship fue el Ocean Course de Kiawah Island. Un campo que fue un auténtico tormento para muchos jugadores que se adentraron desde el pasado jueves en su superficie y que acabó dejando sólo a 16 jugadores con guarismos en negativo. Eso por no hablar de todos los favoritos que cayeron a las primeras de cambio –Dustin Johnson y Justin Thomas, entre ellos-. Es por esto que fueron muchos los que acabaron perdiendo los papeles con el complejo de Carolina del Sur.
Y no lo decimos solo por lo ocurrido con Jon Rahm en la jornada del movimiento, donde la gran cantidad de oportunidades falladas en el green y los dos bogeys en el 17 y el 18 acabaron por minarle la moral y dar unas declaraciones poco afortunadas después de su ronda -algo por lo que ya ha pedido disculpas-. Hablamos en esta ocasión de Henrik Stenson, que participó desde uno de los primeros partidos el domingo y acabó pagándola con uno de sus palos tras su paso por el 15 -una bandera en la que se anotó un bogey-.
Y es que el sueco, que a lo largo de su carrera ya lo hemos podido ver en situaciones similares, pagó su frustración sin aspaviento alguno. Dio el golpe, vio que la bola se marchaba al bunker y partió el palo contra el suelo. Una acción nada recomendable pero que le sirvió para liberar tensiones de un evento que le obligó a anotarse un +8 total y a acabar en el Top 64. Ya que tenía meditado hacerlo, mejor así, desde luego.
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— Scott Hayes (@sthayes74) May 23, 2021