Ya avisó hace unas horas a través de sus redes sociales que explicaría los motivos que le llevaron a no proporcionar una muestra de orina al PGA Tour y que, a la postre, le han llevado a ser el cuarto jugador en la historia del circuito en ser sancionado por violar su política antidopaje. Y lo prometido es deuda. A través de un comunicado en Twitter y de una entrevista concedida a nuestros compañeros de GolfDigest USA, Mark Hensby ha dado su versión de los hechos ante la sanción, y lo cierto es que las respuestas del aussie no dejan de ser cuanto menos curiosas.
Todo comenzó el pasado octubre, durante la disputa del Sanderson Farms Championship. Al término de la primera jornada el australiano entregó una tarjeta con 78 impactos, un día cargado de bogeys que le complicaba las cosas para permanecer en el torneo el fin de semana. “En cuanto entregué la cartulina se dirigió a mí un oficial para efectuar una prueba de drogas. Me dijo que necesitaba una muestra de orina, pero yo acababa de ir al baño en el hoyo 17. Le comenté que tendrían que pasar unas horas antes de poder volver al baño”, comentó el oceánico.
Y la cosa quedó aquí. Bueno, aquí, aquí no, pues Hensby abandonó el complejo en lugar de quedarse para poderse someterse más tarde al control. “En ese momento ni me paré a pensar la repercusión que tendría ese acto. Estaba tan enfadado con todo lo que había vivido durante la ronda que las consecuencias eran lo que menos me importaban”, continuó.
Esa misma tarde el jugador fue informado de que había sido descalificado del evento por no presentar la prueba. Pero estaba lejos de ser su último castigo. “En ese momento supe que me iban a sancionar, pero no sabía hasta qué punto”, comentó. Y para añadirle más emoción al tema, todo esto coincidió con que el Sanderson fue su último torneo, un hecho que le chocaba al PGA Tour y que se lo hizo saber por carta.
“No tenía nada que ocultar. Le dije al PGA que si no había jugado más no era por esconderme, sino porque estaba frustrado con mi juego. Creía que mis días como golfista en la élite habían llegado a su fin”, explicó. Unas palabras que no parecieron calar muy hondo dentro de la gira, que decidió aplicar el castigo.
“No quiero que se me malinterprete. Sé que un año es mucho, pero las reglas son así. No sé qué haré todo este tiempo. Ahora estoy en estado de shock. Ha sido un mes difícil”, sentenció.