Como para no alegrarse por semejante final. Hideki Matsuyama completó unos seis últimos hoyos sencillamente espectaculares para alcanzar el liderato del Memorial y convertirse por méritos propios en uno de los deportistas a tener muy en cuenta para la victoria final -eso sí, con el permiso de Ancer y Niemann-. El nipón consiguió cuatro birdies del 13 al 16 para pasar del uno bajo par al cinco bajo par. Pero lo bueno estaba por venir.
Con la bola en la calle a 137 yardas de bandera, el asiático conectó un golpeo brutal que, con ayuda del back spin, se acabó convirtiendo en una de las joyas de lo que va de mes en el circuito americano. Y lo que es mejor, que le sirvió para robarle dos impactos al campo.