Comenzó el QBE Shootout, uno de los últimos torneos que se nos presenta en el calendario del PGA Tour en este final de año, y se inició con una exhibición por parte de Hoffman y de Palmer (56 golpes, -16), quienes han tenido un día de mucho tino en los metros finales para ver de cerca la posibilidad de marcharse hasta las dos decenas de golpes en negativo. Unas enormes cifras a las que llegaron después de tres eagles y doce birdies sin errores con las que se distancian en dos impactos de las duplas conformadas por Conners/Lee y Homa/Kisner.
Un colchón de ventaja que, no obstante, se puede quedar en nada en apenas un santiamén cuando entre en juego el greensome modificado (golpes alternativos) que se pondrá en liza el sábado y que servirá para comprobar si los dúos de los que forman parte las únicas dos jugadoras de la prueba –Nelly Korda participando junto a McCarthy y Lexi Thompson haciendo lo propio al lado de McNealy– son capaces de reducir los cuatro golpes que tienen de déficit con respecto a los líderes y que les han hecho aparecer en una concurrida cuarta plaza.
Todo ello en un día en el que Greg Norman ha sido una de las grandes ausencias -hasta la edición del año pasado ejerció como anfitrión del campeonato- después de la polémica suscitada con el LIV Golf y el cruce de denuncias y declaraciones que hemos vivido en ambas direcciones durante los últimos meses.
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— PGA TOUR (@PGATOUR) December 9, 2022