Hacía mucho tiempo que no veíamos un torneo tan copado en las primeras plazas por la bandera de las barras y las estrellas. Y es que de las 29 primeras posiciones de este Shriners Hospitals for Children Open solo cinco no pertenecen a jugadores estadounidenses –dos de ellos entre las 17 primeras plazas-, lo que nos da una ligera idea del gran dominio de los golfistas locales en un torneo que sigue con todas las espadas en alto a solo 18 hoyos de su finalización.
Y buena parte de culpa de la igualdad la tiene el jovencísimo Beau Hossler (66 golpes, -9), que en uno de sus primeros torneos como miembro de pleno derecho del PGA Tour se ha postulado a la victoria después de cuajar la mejor ronda del día con cinco birdies sin errores y aprovecharse del pinchazo de JJ Spaun (73 golpes, -9), quien se dejó el liderato en el camino tras un truculento inicio en el que cometió tres bogeys en sus cinco primeras banderas del día.
Junto a ellos, en el gran partido del torneo, les acompañará el bombardero Tony Finau (69 golpes, -6), quien volvió a entregar una tarjeta de 69 impactos para colocarse tercero y ver de cerca la posibilidad de sumar un nuevo triunfo en la gira norteamericana. Así como Gary Woodland (68 golpes, -5), Chesson Hadley (69 golpes, -5), Tom Hoge (67 golpes, -5) y Patrick Cantlay (70 golpes, -5), que se colocan al acecho para aprovechar cualquier mínima oportunidad.
El que se ha quedado sin posibilidades de pelear por la victoria es Bubba Watson (71 golpes, +1), principal estrella del evento, que ha vuelto a tener una ronda con demasiados altibajos y le ha impedido ascender desde el T48.