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El golfista nórdico lleg a Atlanta con las opciones intactas de lograr el millonario bonus. Foto: @PGATour
Con apenas 25 primaveras a sus espaldas -cumplirá 26 años el próximo 18 de septiembre-, nadie duda de que Viktor Hovland se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los valores más seguros de toda Europa. El noruego lo demostró hace unas horas sobre la hierba del Olympia Fields de Illinois, un complejo que lo vio marcharse a casa con el quinto título de su carrera y con el récord del complejo después de firmar un extraordinario 61 gracias a una segunda parte del recorrido verdaderamente maravillosa.
“Sentí que iba a protagonizar un día como los que venía haciendo hasta ahora en el torneo. Comencé muy bien, por lo que esperaba conseguir un resultado entre los 66 y los 68 golpes, pero en los primeros hoyos tras el cruce me di cuenta de que iba a ser diferente”, confirmó el deportista nórdico en sala de prensa. Un Hovland que llegaba a los 18 hoyos finales en el quinto puesto y que, a base de aciertos -fue el mejor de la semana en la estadística de calles capturadas-, fue subiendo hasta encaramarse a lo más alto.
“Cada vez estábamos más cerca y cuando me quise dar cuenta empatamos en el liderato. Sucedió todo muy rápido. Solo me preocupé de darlo todo y de conseguir birdies”, añadió. Una actuación que lo ha llevado directamente al segundo lugar de la lista de puntos de la FedEx Cup, solo por detrás del número uno mundial Scottie Scheffler, dejando a Rory McIlroy en el tercer lugar y desplazando a Jon Rahm hasta el cuarto puesto.
“Ahora mismo estoy a punto de desmayarme, pero no hay nada que no arregle una buena noche de sueño. De cara a la semana que viene en Atlanta, estoy convencido de que seguirá haciendo mucho calor y sudaremos mucho. Lo que tengo que hacer es agarrarme a mis últimas actuaciones y esperar tener una gran semana final”, sentenció.
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