Sin lugar a dudas estamos ante uno de los grandes talentos de la nueva hornada de jóvenes que se ha metido por abrasión en las portadas del PGA Tour. Matthew Wolff y Collin Morikawa –ambos con una victoria ya en su palmarés- han sido los primeros en abrir el camino, pero no hay que perder de vista las dotes demostradas por Viktor Hovland, un jugador con mucho por demostrar que a buen seguro le dará muchas alegrías a su Noruega natal en tan solo unos años.
De hecho, hace unas horas ya ha estado a punto de llevarse a casa el triunfo en el Wyndham y solo varios errores puntuales en la ronda final le han privado de avanzar más allá del cuarto puesto que ha ocupado finalmente –su mejor clasificación como profesional y su hito más remarcado si dejamos a un lado que logró terminar como mejor amateur tanto en el Masters de Augusta como en el US Open-. Lamentablemente, el quedarse a un suspiro del podio no le ha valido para lograr los puntos suficientes para lograr los derechos de juego para el próximo curso como no-miembro.
El deportista nórdico necesitaba, como mínimo, terminar subcampeón sobre la hierba de Sedgefield para hacerse con la tarjeta. Sin embargo, no pudo conseguirlo y en su lugar los 308 puntos que acumuló en los cinco torneos disputados como pro –un puesto 143 si lo llevamos a la FedEx Cup– le dan el derecho de jugar las Korn Ferry Tour Finals, una serie de tres torneos con los golfistas más regulares del Web.com en el que quedar en el Top 25 en el acumulado tiene el premio garantizado de jugar en el PGA Tour en la 2019/2020.
Un resultado que podría haber sido otro si llega a contar, por ejemplo, el Top 12 logrado en el US Open con un estratosférico cuatro bajo par. “Desde un principio sabía que hiciera lo que hiciera no iba a contar. Lo que debería haber hecho es jugar un poco mejor en los cinco eventos que disputé después. En ese sentido no tengo ninguna excusa”, confesó el golfista de 21 años, que cabe recordar que quemó dos de las siete naves de exenciones de los patrocinadores en el Mayakoba Classic y el Farmers Insurance Open –ambos como amateur-, torneos en los que no pasó el corte.