Quién le iba a decir a Paul Casey que esa bola que se escapaba por la derecha con la posibilidad de irse al agua cruzando la otra calle tras un mal swing, se convertiría en un buen golpe después de que recibiera uno de los rebotes con más suerte que hemos podido ver en los últimos tiempos, un rebote con el que además, el inglés ganaba más de un centenar de metros.
We all have that friend who gets every lucky bounce …#LiveUnderPar ? pic.twitter.com/3tFD78NzgR
— PGA TOUR (@PGATOUR) 14 de octubre de 2018





