Tras muchos días siendo testigos de su imponente diseño visto desde fuera nos metemos en las profundidades de lo desconocido para ofrecerles un entorno mágico en el que el rumor del agua es la única compañía

Como ya hemos dado carpetazo al Mayakoba Golf Classic con la victoria de Matt Kuchar, podemos recrearnos en uno de esos lugares que causa escalofríos a más de uno: el Cave Bunker o más conocido comúnmente como “la boca del diablo”. Seguramente muchos repararon en él durante esta semana de juego. Ese magnánimo obstáculo de arena colocado a 200 metros del green del hoyo 7 del complejo mexicano esconde un “paraíso” interior no apto para asustadizos.
Y es que si pensaban que esta cueva se resumía a un poco de arena por dentro están muy equivocados. Se trata de un cenote, un depósito de agua manantial que recoge gota a gota lo que va cayendo de las estalactitas que cuelgan del techo. Esto es un hábitat importante para los cientos de murciélagos que han hecho de esta “boca del diablo” su hogar, y no es extraño escucharlos cuando llega el silencio de la noche.






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