Se las prometía muy felices esta semana el estadounidense en Las Vegas. Su victoria del año pasado le permitía encarar de otra manera su participación en el TPC Summerlin. Sin embargo, los contratiempos se le han ido sucediendo uno detrás de otro, comenzando por el Pro-Am. Y es que no hay nada peor que tener en tu grupo de juego a dos compañeros guasones.
Kaufman acababa de golpear una bola y, cuando se dirigía a guardar el palo, vio algo moverse dentro de su bolsa. El estadounidense creyó que era una serpiente y acto seguido le dio un empujón a la bolsa para tirarla al suelo, con la esperanza de que el reptil saliera huyendo de ahí. Pero no se fue. La razón es que era una imitación de plástico que le habían colocado con mucha astucia sus colegas. Muy buena, pero pasará tiempo hasta que Smylie vuelva a recuperar sus pulsaciones normales.






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