Nunca llueve a gusto de todos -y nunca mejor dicho viendo la que está cayendo en Alabama con el dichoso Alberto-, pero a Jack Nicklaus no ha parecido importarle mucho el hecho de que el próximo año su torneo se vaya a enclavar en el calendario en un momento difícil del mismo, a caballo entre el PGA Championship y el US Open. Es más, la leyenda estadounidense está convencida de que este hecho repercutirá en que el Memorial sea todavía más fuerte dado que muchos completarán allí la preparación del que será el tercer Grande del año.
“Si miramos nombre a nombre quién estará por Muirfield este curso veremos que están muchos de los mejores jugadores del mundo. Ocho del Top 10, los primeros siete de la FedEx Cup y Tiger Woods. De los habituales solo faltará una pareja europea -presumiblemente Fleetwood y Noren-, que jugará el Open de Italia porque este año es un evento clasificatorio de la Ryder. Sin embargo, este problema no lo vamos a tener en 2019”, aseguró el Oso Dorado.
Efecto dominó tras el cambio de fechas del PGA: el PLAYERS se jugará en marzo y el BMW, en otoño
“El BMW PGA, que se jugó hace solo unos días, están pensando recolocarlo en otoño, con lo que en Europa habrá eventos menores en estas fechas. Esto sumado a que el Memorial se ubicará dos semanas después del PGA Championship y dos semanas antes del US Open hace que pensemos en un campo todavía mejor para el próximo curso. Estamos colocados en un sitio excelente y me alegra que el PGA Tour haya respetados nuestros deseos”, sentenció.
Y visto así tampoco está tan mal, dándole tiempo a los jugadores para recuperarse de la segunda gran cita del curso y ofreciéndoles la oportunidad de entrar directamente a preparar la tercera. Lo que no sabemos es si el circuito europeo tratará de retener a algunos de los suyos o dejará la semana como “perdida” contraprogramando un torneo con menos peso.
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