El golfista australiano aprovechó un arreón final para conquistar su segundo título de la temporada, tras el Farmers Insurance Open conseguido en febrero, y el cuarto de su carrera en el PGA Tour. El jugador de 25 años aprovechó tres birdies seguidos en el 16, 17 y 18 y se sacó la espinita del lunes en St. Andrews, donde le faltó un solo golpe para poder disputar el PlayOff por la Jarra de Clarete.
No empezó bien el oceánico en los primeros nueve hoyos, y eso que llegó a firmar tres birdies en el 2, en el 5 y en el 7. Pero dos bogeys consecutivos en el 8 y en el 9 le dejaban con -14, a un golpe del por entonces líder David Hearn. Fue entonces cuando apareció la magia de Jason Day, capaz de finiquitar un torneo en tres hoyos. Y así lo hizo.
Su magnífico juego salió a relucir en la recta final con dos birdies en el 16 y en el 17, a los que le puso la guinda con un putt estratosférico desde 6,65 metros en el 18. El -17 empezaba a reflejarse en los marcadores del Glen Abbey. Bubba Watson y David Hearn, a dos golpes del australiano, miraron al cielo. Necesitaban un milagro para igualar el marcador. Pero no llegó.
Y eso que Watson lo intentó con un golpe desde más de 172 metros. El norteamericano necesitaba el eagle para forzar el desempate y debía ir a por todas. Sin embargo, no embocó desde el rough y la alegría de Day salió a relucir. Y todo porque David Hearn tampoco fue capaz de encontrar el agujero desde el bunker.
El golfista canadiense no pudo mantener la ventaja de dos golpes con la que llegaba a la última jornada y sucumbió ante la presión de poder ser el primer canadiense en vencer en el Canadian Open desde 1954, cuando lo logró Pat Fletcher.
Así pues Jason Day se convierte en el sexto australiano en salir victorioso de la hierba canadiense y empieza a preparar con garantías su asalto al cuarto Major de la temporada, que arranca en tres semanas.