Sin lugar a dudas este 2018 está siendo el año del resurgir de Jason Day (67 golpes, -10). El ex número 1 del mundo se ha quitado las ataduras que le impedían volver a ser el jugador que maravilló al mundo entre finales de 2015 y principios de 2016 -en menos de un año acumuló siete triunfos- y con el nuevo curso se ha puesto las pilas de una manera soberbia. En enero salió triunfante del Farmers Insurance Open por segunda vez en su carrera y esta semana saldrá el domingo sobre la hierba de Quail Hollow como líder destacado del Wells Fargo.
Cierto es que no fue un camino de rosas para el aussie, que en los primeros nueve hoyos dejó más dudas que virtudes después de acumular un acierto y un error. Pero su segunda parte de recorrido fue brutal, abusando de los pares 5 y mostrando una gran efectividad con sus hierros para dejarse hasta cuatro oportunidades claras de birdie, convirtiendo todas ellas.
Así fue como el australiano se subió a lo más alto de la tabla tras desbancar al estadounidense Peter Uihlein (62 golpes, -7), quien cuajó la mejor ronda de la semana -y una de las más espectaculares de las que llevamos de temporada- para finalizar la jornada el movimiento en la tercera plaza, a solo un golpe de su compatriota Nick Watney (66 golpes, -8) y a tres del mencionado Day.
Pero el de Day no es el único gran nombre que se ha colado en el Top 10 a falta de 18 hoyos. Sin ir más lejos, Phil Mickelson (64 golpes, -5) se ha ido al siete bajo par para cerrar la zona noble y vigilar de cerca a Schwartzel (70 golpes, -6), Casey (69 golpes, -7) y DeChambeau (66 golpes, -7), grandes rivales del australiano. El que seguro que no le mete en un brete es Justin Thomas (70 golpes, -1) que, o mucho cambia la película, o saldrá de Charlotte sin el número 1 mundial. Actualmente ocupa el T31, mismo puesto que Tiger (68 golpes, -1), y tendrá que avanzar hasta el duodécimo lugar si quiere hacerse con el jugoso botín.