Nada es para siempre, que decía la canción. Y no hay más que dar un vistazo entre algunos de los pesos pesados del PGA Tour para darse cuenta de por dónde van los tiros. Si el que primero dio el paso fue Phil Mickelson al acabar su relación con “Bones” Mackay, dos golfistas más le han seguido en la estrategia de dar un giro a su entorno para tratar de mejorar las últimas actuaciones. Pocas semanas más tarde a lo ocurrido con Lefty el siguiente fue Rory McIlroy, quien despidió a JP Fitzgerald solo unos días después de alabarle públicamente… Y el último en sumarse a esta vorágine ha sido Jason Day.
El australiano lleva una temporada discreta en cuanto a resultados se refiere, pues apenas ha podido conseguir cuatro Top 10 en los 19 eventos en los que ha tomado partido el ex número 1 del mundo. Y es que la lesión que se produjo a finales del pasado año –que ya le impidió acudir al Campeonato del Mundo que se celebraba en casa- le ha traído más quebraderos de cabeza de los que podría esperar en un principio. Sus latigazos no suenan igual y su efectividad con el putter dista mucho de aquella que enamoró al gran público.
No obstante, se nos hace raro pensar en Day sin tener a su lado a Colin Swatton, la persona que le ha acompañado durante todos sus años como profesional y una figura paterna como él mismo ha reconocido en más de un ocasión. “Perdí a mi padre a los 12 años y luego encontré a Colin. Teniéndole a mi lado, siguiendo este viaje junto a mí, es una experiencia especial que nunca podré olvidar”, comentó el jugador aussie al conseguir la victoria en Whistling Straits durante el PGA Championship de 2015. Es por esto que, aunque ya no le llevará más la bolsa, seguirá teniéndolo cerca, pues a partir de ahora ejercerá las labores de entrenador.
El que tendrá que pasearse a partir de ahora por los campos de medio mundo junto a su nuevo jefe es, como ha adelantado Golf Channel, Luke Reardon, amigo del australiano y ex compañero de habitación del oceánico durante el instituto. Veremos cómo va todo esta semana en el BMW, pero con un 28º puesto en la FedEx Cup no parece el lugar indicado para realizar muchos experimentos.