En todo este tiempo en el que Tiger se ha encontrado ausente de los campos hemos tenido que preguntar a conocidos, jugadores y, en definitiva, a amigos para conocer el estado de salud del estadounidense. En ocasiones ha sido Thomas -quien compartió en su casa de Florida varios momentos de juego-, otras veces quien ha contestado a las preguntas de los medios ha sido Rickie Fowler -el actual número 9 del planeta comentó hace varios días que en uno de los últimos encuentros junto a Tiger el ex número 1 del mundo le sacaba entre 20 y 30 yardas cada vez que cogía el driver-, pero uno de los más asiduos en esta faceta ha sido Jason Day.
El australiano ha entablado en los últimos tiempos bastante amistad con Woods. Es por esto que cada vez que aparece por la sala de prensa -y a pesar de que es un jugador que durante bastantes semanas ocupó en 2016 el primer escalón del ranking mundial- el nombre del estadounidense siempre hace acto de presencia.
La última vez fue hace escasos días, con motivo de la participación del aussie en el Open disputado en su país. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, algunos medios intentaron sonsacarle información acerca de cómo estaba viviendo Tiger los días previos a reaparecer en la competición, algo a lo que contestó sin ningún tipo de malestar.
“He estado hablando con él en las últimas horas y me ha dicho que no se había encontrado mejor en los últimos tres años”, comentó el oceánico. “Ya no se despierta con dolores, lo cual es genial para él. Le dije: “Mira, es genial ser uno de los mejores de toda la historia, pero la salud está por encima de todo. Lo damos por sentado, pero lo cierto es que entiendo perfectamente su situación. A veces me despierto y necesito unos diez minutos para levantarme de la cama. Sentir esto cada día en los últimos tres años debe ser frustrante”, sentenció.
Ahora nos falta por ver si a la salud le acompaña el juego durante cuatro días consecutivos en el Hero World Challenge.