Hacía mucho tiempo que no veíamos en el circuito norteamericano unos 36 hoyos finales con tanto campeón encaramado en las primeras posiciones. Dustin Johnson, Bubba Watson, Marc Leishman, Rory McIlroy o Justin Rose son solo algunos de los jugadores que pelearán los dos próximos días por conseguir el ansiado trofeo en este Northern Trust Open que se está disputando en el Riviera CC de Pacific Palisades (California).
De momento, el estadounidense Jason Kokrak (-10) es quien parte con ventaja después de haber cuajado un vueltón de 64 golpes con ocho birdies y un solo bogey que le han permitido escalar once puestos en la clasificación y gozar en estos momentos del privilegio de sentirse líder en solitario en Casa Club. Eso sí, no está solo.
Pegado a la nuca ya siente el aliento de su compatriota Chez Reavie (-9). El deportista de Wichita (Kansas), como ya sucediera la semana pasada, se ha propuesto ser uno de los animadores durante las primeras horas del evento y su -4 en el día le ha permitido ocupar la segunda posición.
Completa el podio un tridente conformado por Dustin Johnson (-8), Troy Merritt y Bubba Watson, a los que les ha sentado de fábula la ronda del viernes, pues han finalizado sus vueltas con 5, 5 y 3 golpes por debajo del par, respectivamente.
En la otra cara de la moneda se encuentra el colombiano Camilo Villegas (-5), el hasta ayer flamante líder del campeonato. El golfista cafetero sufrió de lo lindo en su vuelta y acabó cediendo tres golpes con respecto al primer día. Un resultado que, sin embargo, le sigue dejando dentro del Top 15.
No pueden decir lo mismo ni Sergio García (+4) ni Jordan Spieth (+5), que han caído eliminados a las primeras de cambio. El castellonense necesitaba una tarjeta de al menos -3 golpes para asegurarse su plaza el fin de semana, pero se ha encontrado con dos bogeys y un doblebogey nada más empezar que le han puesto muy cuesta arriba el pase.
Al final, un golpe por encima del par en los segundos 18 hoyos y el español que salda con una discreta actuación su primer torneo del año en el PGA Tour.
Spieth, que llegaba al evento como gran favorito según las casas de apuestas, tuvo una montaña rusa en su juego y los ocho birdies –a los que acompañó cinco bogeys- no fueron suficientes para mejorar la horrorosa imagen del primer día.