Todo el mundo habla del hoyo 17 del TPC Sawgrass y de las miles de bolas que se van al agua, pero si de hoyos duros tenemos que hablar en el campo de Ponte Vedra Beach, ese no es otro que el 18, el más difícil del icónico recorrido de Florida. Y si no que se lo digan a Jim Furyk que salió con bogey de esa última bandera y eso con suerte ya que tuvo la fortuna de que la bola no se fuera al agua después de que botara, y finalmente se quedara reposando sobre una traviesa de madera. Eso sí su segundo golpe lo tuvo que jugar prácticamente «sobre» el líquido elemento.
The luckiest tee shot of the week. pic.twitter.com/fbB1z8R9jX
— PGA TOUR (@PGATOUR) 16 de marzo de 2019