Miguel Ángel Jiménez, de 49 años, continúa sin identificar la edad como una barrera. Epítome de la eterna juventud, el jugador malagueño aún dispone en Austria de un último cartucho para acertar en el blanco: llegar al US Open, el segundo torneo de Grand Slam del año que comenzará la semana que viene en Merion.
Para alcanzar el objetivo, el andaluz debe ganar el domingo el Lyoness Open de Austria, el torneo del circuito europeo que lidera con solidez el holandés Joost Luiten, con una ventaja de tres golpes sobre otros dos españoles aún sin títulos de envergadura, el extremeño Jorge Campillo y el catalán Eduardo de la Riva.
Jiménez es sexto en la tabla, a seis golpes del líder. Tuvo muchísimas ocasiones de ‘birdie’ en los segundos nueve hoyos, pero no todas entraron. Su distancia de seis con respecto al líder puede parecer insalvable. Pero Luiten, que lleva tres buenas tarjetas (65+68+67) podría tener el mal día en el definitivo domingo y ahí, en el remate, debe llegar lanzado Jiménez, el número 77 del mundo y que con la victoria entraría entre los 60 primeros del ránking para, de esa forma, hacer las maletas rumbo a Penssylvania.
Si Jiménez falla en ese intento, el torneo no queda huérfano para el golf español. Porque Campillo, por ejemplo, fue hoy un jugador exuberante, con 65 golpes pero con la mácula de dejar un hoyo en cada vuelta al libre albedrío del golf: hizo doble ‘bogey’ el sábado en el hoyo 3 (su único fallo) y también otro en el 6 del viernes (único error).
De la Riva, con sus 69 golpes, sigue al acecho del título del European Tour por el que tanto trabaja y que ya perdió en un desempate en Sudáfrica, en el Campeonato Nelson Mandela.
Luiten domina, pero Campillo, De la Riva y un poco más atrás Jiménez darán color hispano a un interesante final de torneo para el domingo en el Diamond CC.