El malagueño sentenció el Principal Charity Classic con dos golpes de clase en los momentos más decisivos en un día que necesitó mucha paciencia
Cuando más lo necesitaba, Miguel Ángel Jiménez sacó su mejor versión. En una jornada en la que reconoció haber estado “un poco frío en los greens”; el español se mantuvo firme con su filosofía: “hoyo a hoyo, golpe a golpe”. Y esa paciencia dio frutos justo en el momento clave. En el hoyo 18, con opciones de meterse en el PlayOff; firmó un birdie decisivo con un hierro milimétrico y un putt certero que lo mantuvo con vida en la lucha por el título.
“Golpeé muy bien a la bola, pero no encontraba la línea… Hasta que llegaron esos birdies”
Ya en el primer hoyo de desempate, repitió la dosis de precisión y temple. Desde calle, trazó un segundo golpe perfecto que dejó la bola cerca de bandera. No falló con el putt, y selló así su tercer título de la temporada y el 16º en el Champions Tour. Dos golpes de genio en los instantes que marcan la diferencia entre competir y ganar. “Golpeé muy bien a la bola, pero no encontraba la línea… Hasta que llegaron esos birdies”, resumió el malagueño con una sonrisa y su inseparable puro.
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