El campeón malagueño firmó un vueltón de 66 golpes, la mejor tarjeta del día, para trepar hasta el decimotercer puesto final en Pleasant Valley
El Simmons Bank Championship amaneció con niebla densa en Pleasant Valley y el golf esperando una hora más para echar a andar su desenlace. Cuando por fin se despejó el aire, Steven Alker volvió a estar donde ha estado toda la semana: delante y sin fisuras. Y, por detrás, entre quienes respiraban fuego para apurar la temporada, irrumpió Miguel Ángel Jiménez con una remontada de las que dejan huella.
El neozelandés cerró con 69 golpes (-3), adornados con un eagle embocado en el par 5 del 10
El malagueño firmó un vueltón de 66 golpes, la mejor tarjeta del día -igualada solo por Richard Green y Freddie Jacobson-, para trepar hasta el decimotercer puesto final. A sus 61 años, cuando el torneo parecía reducido a la inevitabilidad del líder, Jiménez volvió a entregar un último giro de guion personal; seis birdies con la ausencia de bogeys, control y una vuelta sólida de principio a fin que fue, junto a las otras dos sobresalientes del día, lo más brillante del domingo por detrás del campeón.
Porque Alker no dio opción. El neozelandés cerró con 69 golpes (-3), adornados con un eagle embocado en el par 5 del 10, para convertir su colchón de cinco golpes tras 36 hoyos en un triunfo por siete y un wire-to-wire incontestable: 61-66-69 (-20), récord a 54 hoyos del torneo (196) y décimo título en el Champions Tour. Con la victoria, además, desplaza a Jiménez y asalta el número uno de la Charles Schwab Cup rumbo a Phoenix.
Entre los apuntes de cierre; Tag Ridings amarra un brillante T2; Richard Green comparte subcampeonato y sigue firmando curso mayúsculo; Tommy Gainey cierra en 68, mantiene por un hilo el puesto 36 y estará en el Charles Schwab Cup Championship; y Padraig Harrington, defensor del título, solo pudo ser T34.
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