Hay jugadores más extravagantes que otros, eso está claro. Pero hay quienes prefieren las cosas sencillas. Viajar a su Andalucía natal, fumarse un buen puro o, como en esta ocasión, degustar un buen vino en buena compañía y en un entorno idílico. Miguel Ángel Jiménez es de estos últimos.
El jugador de PING vuelve al circuito europeo esta semana a un torneo que le trae muy buenos recuerdos. En el año 2010 el malagueño estampó su nombre en este Omega European Masters, la última vez que lo hizo un español en Suiza. Y, como es natural, está siendo el centro de atención de todos los medios congregados en el país helvético. Esperemos que le acompañe la suerte y pueda prolongar ese gran estado de forma que le ha llevado a rozar con las yemas de los dedos dos Majors en los últimos tiempos en el Champions Tour.





