Tras su asombrosa recuperación del accidente que le tuvo cuatro meses de baja cuando se rompió una pierna esquiando durante las vacaciones de Navidad, Miguel Angel Jiménez se siente preparado para plantar cara a las nuevas generaciones en el Campeonato de la PGA que arranca este jueves en Oak Hill.
Tras una intensa rehabilitación entre la que incluía varias sesiones de acupuntura, -leer más El secreto en la recuperación de Jiménez ha sido la acupuntura– el malagueño afronta el cuarto y último ‘Major’ de la temporada con ilusión y con posibilidades de hacer un buen papel en Rochester.
‘Estoy jugando muy bien de tee a green y la semana pasada me entraron algunos putts, que son los que te dan los buenos resultados. Eso es lo que hay que hacer para competir a este nivel y espero poder volver a hacerlo esta semana’, declaraba el de Churriana al European Tour.
El malagueño llega en buena forma al último grande de la temporada después de quedar cuarto empatado en el WGC-Bridgestone Invitational, donde firmó un excelente 65 el tercer día, aunque es consciente de la dificultad. ‘En golf nunca se sabe, pero no me extraña porque he trabajado muchísimo para volver a donde estaba antes del accidente. Me he esforzado mucho por poner a punto la pierna, la forma física y el swing para recuperar el juego lo antes posible.’
Tres jugadores mayores de 40 han ganado un grande las tres últimas temporadas, el último Phil Mickelson a los 43 en Muirfield el mes pasado, y Jiménez tampoco se conforma con ceder el puesto a los jóvenes antes de tiempo.
‘Voy al gimnasio todas las mañanas. Cuanto mayor te vas haciendo, más importante es mantenerse en forma, trabajar la flexibilidad y la fuerza y soltarse bien antes de salir a jugar o a practicar. Todos los días dedico una hora a mi cuerpo para tenerlo preparado para competir contra los jóvenes. Si te cuidas puedes disfrutar de otras cosas como hago yo, dice con su habitual sonrisa, ‘los puros, la buena comida y el buen vino’.