Tras el fantástico sábado protagonizado por Miguel Ángel Jiménez (70 golpes, -16) en el Charles Schwab Cup Championship -último evento de la temporada en el circuito sénior de los Estados Unidos- muchos esperaban ansiosos que el malagueño diera la puntilla a sus rivales en el último tramo del torneo. Después de todo, el de Churriana se sacó un conejo de la chistera en la jornada del movimiento para lograr un 63 -un brutal ocho bajo par– que lo colocó en la segunda plaza del envite, a tan sólo un golpe de dar el salto a la primera posición.
Sin embargo, todo lo que muchos esperábamos del español el domingo se vino abajo después de que éste fuera pasando los hoyos sin verle descontar golpes al campo. Había comenzado muy bien con un birdie en el 3 que le permitía seguir la estela de los mejores, pero dos bogeys prácticamente consecutivos en el 4 y el 5 le quitaron enteros en un día en el que todos sus rivales dieron un paso al frente en la clasificación mientras él se quedaba algo rezagado.
De nada importó que lograra un nuevo acierto en el 9 para equilibrar de nuevo la tarjeta ni que en la segunda parte del recorrido dos aciertos y un error situaran el definitivo 70 en el luminoso. Y es que por aquel entonces tanto el norteamericano Jeff Maggert (66 golpes, -21) como el sudafricano Retief Goosen (64 golpes, -21) habían apretado el acelerador sin esperar a nadie. El africano lo hizo, además, protagonizando una extraordinaria remontada con una vuelta con ocho birdies y un bogey -dos de estos aciertos llegaron en las dos últimas banderas- que le abrieron de par en par las puertas de poder alzarse con el triunfo y así reclamar la Orden del Mérito.
Sin embargo, lo vivido por Goosen fue remar para acabar ahogado en la orilla. Y es que el sudafricano acabó cediendo en el tercer hoyo de la muerte súbita después de que el norteamericano protagonizara el disparo del torneo desde el centro de la calle del 17 para lograr un eagle que celebró por todo lo alto y con el que le dio, indirectamente, una alegría a su compatriota Scott McCarron, quien se llevó el galardón al jugador más regular del curso.