Hacia tiempo que no veíamos a Miguel Ángel Jiménez realizar el ritual al que nos tenía acostumbrados al embocar un putt. El de envainar esa herramienta de trabajo como si fuese una espada en su cintura. Lo realizaba durante el Charles Schwab Cup Championship; la gran final del Champions Tour en el que terminaba octavo después de entregar el mejor resultado de la temporada el último día de torneo.
Miguel Ángel Jiménez entregaba todas sus rondas bajo par; a excepción de la 3ª que firmaba 74 golpes
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